Independiente, el que despertó a Atlético de su sueño internacional después de eliminarlo de la Copa Sudamericana, fue a su vez un trampolín de sensaciones positivas en otra copa, la Argentina, donde el “Decano” está vivo y con ganas de llevarse el mundo por delante, hasta la final en el “Mario Alberto Kempes”, de Córdoba.
El primer paso es vencer mañana a Sarmiento en Salta, por los octavos de final. Después habrá que esperar futuros rivales. Por Vélez o Huracán en cuartos. Ninguno de los dos tiene pinta de imposible. Son ganables. Atlético sí tiene con qué ilusionarse.
Viene cansado de tanto partido seguido, entre Superliga y las dos copas, pero está entero de la cabeza, sabiendo que Copa Argentina otorga un cupo en la fase de grupos de la Libertadores 2018.
Copa Argentina: dónde y a qué hora se podrán comprar las entradas para ver a Atlético
“Se puede”, lo dijo una y otra vez Cristian Lucchetti. Se lo dijo a sus compañeros, a la prensa. Atlético se acostumbró a jugar contra rivales de mayor rodaje e historia en el plano nacional e internacional. No es un equipo que se achique. Estando vencido y casi noqueado ante Independiente, en Mendoza, revirtió todos los pronósticos pesimistas. Estando 0-1, con un equipo muleto y sin una idea clara, en el segundo tiempo dio vuelta la tortilla y se llevó los $ 850.000 pesos de premio y el boleto a los octavos de final. Y lo hizo con coraje, siendo inteligente, volviendo al tomo I del manual de Ricardo Zielinski: presionar alto, asfixiar al contrario y cambiar por gol cada chance ganada con astucia.
Cuando se habla de una copa, Atlético se transforma. “Es nuestro camino, el que tenemos para volver a la Libertadores”, repite “Laucha”. Lo mismo dijo el alma ofensiva, Luis Rodríguez. Con “Pulguita” todo es posible. Que el simoqueño haya recibido el alta de su desgarro y esté en condiciones de jugar en el “Padre Ernesto Martearena” es es una inyección anímica para los hinchas y para el grupo. Él es sinónimo de gol.
Cansado, el plantel de Atlético buscará sonreír contra Sarmiento
“No debemos confiarnos”, pide por las dudas Hernán Hechalar cuando sale a la luz que los de Junín son de una categoría menor (descendieron la temporada pasada de la A). Atlético jamás perdió la línea, por porfiado. “Es que no nos sobra nada. Si no estamos al 100% todo se hace más difícil”, aclaró Lucchetti.
Igualmente, pensar hoy en una final con River sería como querer andar en bicicleta sin haber tomado una lección. Paso a paso. Sarmiento es la primera estación. Después vendrá Huracán o Vélez (juegan el viernes, a puertas cerradas, en cancha de Argentinos), y en una hipotética semifinal Central o Godoy Cruz. Ninguno es figurita difícil.“Y más cuando se trata de nuestro sueño”, redoblaron la apuesta los “decanos”.
Cansados o no, jugar la Libertadores en años consecutivos no suena descabellado para los jugadores, mientras hagan lo que hizo contra Independiente en Mendoza: sobreponerse a la adversidad y ponerla de su lado.
Además de “Pulguita” regresa al equipo Cristian Villagra (ver convocados), quien seguramente será el lateral por izquierda. La principal duda por ahora es saber quien formará la dupla ofensiva con Rodríguez.